No sólo el
padre hace montajes, su hija le sigue los pasos y se ha convertido en su mejor
discípula, o como él mismo diría, en su fiel “padawan”.
Y lo
mejor y más divertido de todo es que los hace súper chulos, y si no, juzgar
vosotros mismos el diorama tan genial que montó mientras jugaba, nosotros
alucinábamos, y por eso quiero publicarlo, para que quede para la posteridad,
porque se lo merece.
¡
OOOOOOlé mi niña!
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