¿A quién no le han apetecido en algún momento del día unos
croissanitos crujientitos para picar? Dulces o salados, qué importa.
Pues para que no os quedéis con las ganas, os presento una manera
muy sencilla de tenerlos en casa en un abrir y cerrar de ojos, y os sorprenderá
cómo quedan, tanto que no creo que sobren para otro día.
PREPARACIÓN:
* Paso 1.- Extende-mos la masa
sobre una superficie para poder trabajar. La estiramos un poco, no mucho y
mar-camos con un cortador de pizzas o cuchillo, unos trián-gulos, más o menos
pequeños según los queráis de tamaño, pero que se puedan manejar. Yo le
espolvoreo a la masa un pelín de azúcar para darle un extra de dulzor, pero eso
va a gustos.
* Paso 2.- En la parte más ancha del triángulo, ponéis un
pegotito de nocilla, y enrolláis desde este mismo lado, luego le dáis un poco
de forma, arqueándolo y volvéis las puntas hacia el centro dándole así la forma
de cangrejo típica del croissant, o también podéis dejarlos rectos, como más os
gusten.
* Paso 3.- Los pintamos con un pincel untado en un poco de mermelada, mejor suave como la de albaricoque, o con huevo batido, y al horno.
* Paso 4.- Cuando veáis que están dorándose y que la pasta ya ha crecido los sacáis y les espolvoreáis unas virutas de chocolate a los rellenos, y azúcar glas a los demás.
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